Casi Halladay - Frances Ha
- Asier
- 11 oct 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 may 2020
Noah Baumbach homenajea a la Nouvelle Vague con este filme en blanco y negro de 2012

con el que presenta una alternativa estética, técnica y de expresión con respecto a la actualidad. ‘Frances Ha’ es un largometraje escrito por Baumbach y Greta Gerwig; protagonista y actual pareja de este director estadounidense que aunque tal vez no sea la mejor actriz, consigue darle ese toque especial que tiene la protagonista y con el que poder enternecer a la audiencia.
La película muestra la vida caótica de Frances Halladay, una joven de 27 años con un sueño frustrado: ser bailarina. No obstante, Frances solo es Frances Halladay ‘a medias’, como ella misma dice: “I’m so embarrassed. I’m not a real person yet”. Y esto se hace visible a lo largo de toda la película.

Frances, al principio del filme, vive en Nueva York con su mejor amiga, Sophie, de la que es incapaz de separarse ya
que como ella dice son como una ‘pareja de lesbianas sin sexo’. Sin embargo, a lo largo del primer acto, con la mudanza de Sophie con su novio, esta relación va diluyéndose y más que amigas parecen ‘medio amigas’. Frances, que no puede costearse un apartamento, se ve pues con un pie en la calle y con el otro, descalzo, en casas ajenas de las cuales solo llega a pagar el alquiler a medias debido a que su trabajo como ‘medio bailarina’ no es lo suficientemente remunerado.
Pero Frances no se preocupa en exceso por el dinero, aunque sí por Sophie. Su amiga es lo único que cabe en esa cabecita despistada que tiende a buscar su reflejo en los espejos sin siquiera darse cuenta. No le preocupa su exnovio, ni su familia, ni tener un trabajo que le ayude a pagar deudas, ni mucho menos encontrar pareja… Simplemente es una antiheroína “I like things that look like mistakes” que se deja llevar y sobrevive estando sin estar y dejándose mecer según por donde sople el viento, dando tumbos como las bailarinas a las que logra coreografiar al final del largometraje. “Sometimes it’s good to do what you’re supposed to when you’re supposed to do it”.

Pese a esto, ella se empecina en decir que no es desordenada, sino una persona ocupada. Pero una persona sin trabajo ni ningún otro deber en la vida, ¿por qué va a correr por las calles de Nueva York con tanta prisa? Lo curioso es que estos planos de ella corriendo por la calle son de los pocos ‘planos largos’ en que se ha rodado la película ya que hay una gran predominancia de los ‘planos medios’.
A esta joven todavía le falta madurar, psicológica y emocionalmente. Es ambiciosa y optimista, y aunque solo con ello no se puede salir adelante, ella lo consigue. Y es que solo tiene una cosa clara con la que muestra seriedad: cuando dos personas se quieren, solo hacen falta las miradas para comprender todo el mundo que les envuelve. Así es, Frances vive en esas dimensiones que los humanos somos incapaces de ver pues estamos demasiado preocupados por otras cosas.

Nota: 8/10.

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