top of page

Retratos - Otoño tardío

  • Foto del escritor: Asier
    Asier
  • 22 nov 2018
  • 2 Min. de lectura

El director japonés Yasujiro Ozu, dentro de la coherencia con sus películas anteriores, nos regala con este filme Akibyori u Otoño tardío (1960, basada en la novela de Ton Satomi) un retrato de los valores de su país que sigue recordando la guerra como algo cercano.

Sin embargo, esos valores van cambiando como comprobamos al comparar esta película con su anterior largometraje Primavera Tradía (1949), en el que, al igual que en Otoño tardío, el matrimonio y quién escoge al marido como ocurría en la comedia barroca “Las mujeres sabias” de Molière, es el tema principal pero con puntos negativos distintos. En occidente nos preguntamos, ¿dónde quedan los sentimientos en esta historia?


Y es que Otoño tardío recalca la necesidad que se plantea en la sociedad japonesa de buscar un hombre decente que cuide de una mujer soltera en edad de casarse y el cambio generacional. La joven Ayako, protagonista de la historia, aún no quiere casarse para evitar así la soledad de su madre, Akiko tras la muerte del padre. Sin embargo, tres personajes masculinos amigos de la familia harán de celestinos de las dos mujeres buscando pretendientes que mantengan a ambas individualmente; algo que a la sociedad occidental actual nos puede parecer machista con frases como “debes casarte”, “me siento como una mujer en venta” o la sonrisa eterna y el simple obedecer de Akiko.


Ozu sigue la coherencia no solo en el tema sino en la forma de sus películas. Los planos de interior, planos con profundidad, simetría, planos que muestran el cambio de valores en la arquitectura (lo tradicional frente al ladrillo, lo oriental frente a lo occidental que se abre paso en esta cultura como vemos con la cocacola en el exterior de un bar), planos estáticos que se centran en actores también muy estáticos, retratos desde el frente o un poco desde abajo dando más valor a sus personajes, a los actores que, en algunos casos, ya habían aparecido en películas anteriores del director como Setsuko Hara.


La cotidianeidad y el humor. Un humor que puede confundirnos a la sociedad occidental, un humor en cierta manera absurdo, logrado a través de la mímica e imitación de movimientos de los personajes que contrasta mucho con el tono serio y lento del filme pero que se refuerza con la música.


Y contrastes encontramos también en la gama de colores de la película. Predominan los verdes con los que destacan unos rojos muy fuertes, amarillos o en ocasiones el azul.


Por ello, la nota que otorgo a esta película es un 8.

Comments


bottom of page